Menorca en (casi) 4 días

¿Pensando en unas vacaciones con playas idílicas, sol, buen tiempo y buena comida, sin salir de España? Menorca es lo que estás buscando. Aunque lo ideal sería estar cuanto más tiempo mejor en la isla, yo te voy a recomendar qué ver en 4 días. Por si no tienes más tiempo para ir, pero no quieres perderte este lugar. Eso sí, te recomiendo que lo tomes con calma, disfrutes, te relajes y te dejes llevar. Menorca es todo, menos estrés. No vas a ver todo, pero así tendrás una excusa más para volver. ¿Quieres saber que vimos e hicimos en 4 días? Sigue leyendo 😌

Día 1: Llegada y cambio de planes

Vuelo retrasado + cambio de fecha de una actividad de kayak que teníamos… ¡Mejor no podemos empezar las vacaciones! Nuestros planes se cambian del todo, así que toca improvisar. Teníamos un vuelo a primerísima hora de la mañana, por lo que llegamos a Menorca, recogemos nuestro coche de alquiler (importante reservarlo sieeeeempre con antelación y si es en empresa local, mucho mejor y más barato) y decidimos ir al puerto de Mahón a desayunar. Acabamos en un restaurante monísimo, se llama Calucha y desayunamos unas tostadas (la mía de queso de Mahón) y unos cafés. Con el estómago lleno decidimos empezar la aventura. ¡Nos vamos a Binibeca!

Que decir de Binibeca… imposible describir este lugar, es tan precioso que todo lo que diga se queda corto. Había visto mil fotos de este pueblito antes de ir, pero…hay que perderse en sus calles para conocer el encanto de este lugar. ¿Qué ver de aquí? ¡Todo! En serio, hay que recorrer todos sus preciosos rincones. Acabamos en un restaurante con piscina donde comimos una rica fideuá y de ahí corriendo a nuestra actividad en kayak.

Llegamos a Cala en Porter donde nos esperaban unas horas por delante haciendo kayak (o intentándolo) y conociendo lugares preciosos. La rutilla era de Cala en Portes hasta Playa de Cales Coves y volver, haciendo paradas en cuevas maravillosas. Esta actividad la recomiendo muchísimo, eso sí, si eres como nosotras….igual te cuesta un poquito seguir el ritmo del grupo.

Una vez de vuelta, toca recompensa e ir al hotel…aún no hemos ido y ¡llevamos las maletas en el coche! Nuestro hotel está situado en Playas de Fornells, una zona tranquila y bonita, pero que no recomendaría para grupo de amigos/as o parejas jóvenes ya que no hay mucha vida por la zona. Es la primera noche, hemos dormido muy poco y estamos cansadas, por lo que cenamos por la zona, probamos la cerveza balear y, por qué no, cae el primer mojito del viaje.

Día 2: sol, playa y rana loca

El segundo día nos lo tomamos con calma y disfrutamos de las preciosas calas de Menorca y de su sol. Llegamos a Cala Galdana, donde aparcamos el coche y nos ponemos las zapatillas para llegar hasta la preciosa Cala Macarella, donde pasamos la mañana. Decidimos comer en el restaurante de la cala y probamos las primeras pomadas granizadas. No me gusta la ginebra, pero fan absoluta de esta bebida.

Por la tarde nos vamos a Cala Macarelleta, mi favorita. Chiquitita y con muchísimo encanto. Un poquito más complicado para llegar, pero merece muchísimo la pena. Disfrutamos del lugar y antes de que el sol se ponga ponemos rumbo a Ciudadela.

Una vez en Ciudadela, al igual que en Binibeca, decidimos recorrer sus calles y conocer la ciudad. ¡Es preciosa y llena de vida, además hemos ido en vísperas de San Juan, por lo que el ambiente es brutal!

Después de recorrer parte de la ciudad y tomar alguna cervecilla, decidimos montarnos en la rana loca antes de cenar, porque sí, tenemos 30 años, pero eso nos da igual. Después de muchas risas, decidimos cenar: embutido de la zona y bandeja de marisco, ¡mejor imposible! Y después de este gran día a descansar, que mañana madrugamos para ver el amanecer.

Día 3: amanecer, faros, Fornells y música en directo

Dormimos 3 horas, madrugamos mucho y «vemos» el amanecer… digo vemos entre comillas porque estaba nublado. Pero no pasa nada, aprovechamos para ver el Faro de Cavallería y tener el día por delante. Volvemos al hotel a desayunar y ponemos rumbo al siguiente faro, el de Favàritx. A este faro se puede ir en coche hasta el parking y después hay que andar unos kilometrillos o sino también existe la opción de coger un bus que te lleva hasta la entrada. Nosotras elegimos la primera opción. Intenta no ir al mediodía… pega mucho el sol. Al llegar allí, nos fuimos por las rocas y así pudimos ver el faro desde diferentes puntos y…¡qué acierto!

Una vez terminada la rutilla fuimos a Fornells para visitarlo y comer. Comimos arroz caldoso de marisco, ¡estaba delicioso! Después recorrimos las callecitas de Fornells y, ya que estabamos allí, me compré mi souvenir, unas menorquinas rojas.

Vamos corriendo al hotel para prepararnos, queda el punto fuerte del día, nos vamos a ¡Cova d’en Xoroi! Recomiendo comprar con antelación las entradas ya que si tienes suerte y no vuelve a estar nublado (lo nuestro con los amaneceres y atardeceres es de tener todo, menos suerte), es un lugar precioso para ver la puesta del sol.

La entrada son 20€ e incluye consumición. Además, suele haber música en directo. Nosotras flipamos con la actuación de ese día. Para mí, totalmente recomendable (a pesar del precio). ¡Es un bar en una cueva de un acantilado con unas vistas increíbles!

No se puede pedir más.

Día 4: ensaimadas, queso y depresión

Último día 🥺 Después de los lloros por tener que irnos de la isla, ponemos rumbo a Es Mercadal y en Can Pons compramos ensaimadas, estaban riquísimas. Después, pasamos por una quesería, de la cual no recuerdo el nombre (grave error…) y compramos un queso que estaba delicioso. Y de ahí…¡ay! devolvemos el coche y nos volvemos a casa. No sin antes prometer que volveré a Menorca, porque fue un auténtico placer conocerla.

¡NOS VEMOS VIAJANDO!

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